Compartir cada día la construcción de ideas, sueños, esperanzas; y también la lucha con las dudas, los desvelos y las angustias; dibujando a cada instante, colectivamente, los trazos del porvenir. De eso se trata...!

domingo, 8 de diciembre de 2013

Abrazos Solidarios

El Dr. Roberto Fulcar mientras firma el Pacto
para solucionar el conflicto creado por la
sentencia 168/13 del T.C.
Hoy he disfrutado, junto a muchos amigos, algunos de los cuales tenía algún tiempo sin ver, el calor humano y el buen aire que se respiró durante la celebración del acto denominado “Abrazo Solidario”, una iniciativa del Comité de Solidaridad con los Desnaturalizados por la Sentencia del Tribunal Constitucional de la República Dominicana.

El Aula Magna de la Universidad Autónoma de Santo Domingo -UASD- fue el escenario que acogió a cientos de personas procedentes de distintos puntos y pertenecientes a diferentes estratos sociales, que nos congregamos para eso, para abrazarnos, para volver a mostrar la verdadera característica de los dominicanos, que es la solidaridad.

Dirigentes sociales y políticos, profesionales, estudiantes, intelectuales, trabajadores, artistas, comunicadores, etc. nos confundimos allí libres de prejuicios y de odios, para, entre canciones, discursos y consignas, proponer un Pacto Político Social que dé solución al conflicto creado por la Sentencia No.168/13 del Tribunal Constitucional.

Cuando se me ha preguntado por qué no comparto la sentencia, he contestado lo que en estas notas reitero: Porque la considero una sentencia ineficaz, injusta, inhumana, atrasada y peligrosa.

Ineficaz porque en sí misma no garantiza resolver el problema de la migración en la República Dominicana. Injusta porque condena a miles de dominicanos descendientes de inmigrantes a pagar muy caro el desorden migratorio que el Estado Dominicano ha generado o dejado generar en el país, y la irresponsabilidad del Estado Haitiano frente a sus ciudadanos y ciudadanas.

Inhumana porque no repara en el daño que se hace a los afectados, a los cuales se les está azarando la vida.

Atrasada porque está fundamentada y motivada en sentimientos negativos vinculados a la fobia y el discrimen, lo que le hace ideológica y culturalmente una postura del pasado.

Peligrosa porque pone en manos de la Junta Central Electoral el poder para establecer quién es y quién no es dominicana o dominicano, y decidir sobre el disfrute de sus derechos políticos, como es por ejemplo el derecho a ser elegido.

Hoy he disfrutado en grande, compartiendo muchos abrazos solidarios y reiterándome en mi identidad: Yo no soy haitiano, sino dominicano, pero no antihaitiano; y antes que ser cualquier otra cosa, yo soy un ser humano.
Aula Magna UASD,
5 de diciembre de 2013 

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