El Partido Revolucionario Dominicano, PRD, advirtió que embarcarse en debatir un cambio del calendario escolar es una f
orma de desviar la atención y reducir la dimensión de los problemas fundamentales del sistema educativo nacional.
orma de desviar la atención y reducir la dimensión de los problemas fundamentales del sistema educativo nacional.En rueda de prensa efectuada en la Casa Nacional, la Comisión de Política Educativa, de la Unidad de Políticas Públicas del PRD, puntualizó que no es posible superar los grandes déficits del sistema educativo mediante un simple cambio del calendario escolar, como pondera el ministro de Educación, Melanio Paredes.
Para los educadores perredeístas la solución de esos déficits requiere la voluntad política de hacer la inversión adecuada para financiar el sistema, concretar un pacto social por la calidad de la educación y desarrollar una gestión eficaz, descentralizada, participativa y transparente.
El director de la Comisión de Política de Educación del PRD, Doctor Roberto Fulcar, quien estuvo acompañado de otros especialistas, fue específico en señalar que los problemas de la educación serán resueltos cuando se cumpla al menos con el mandato de la legislación vigente de invertir el 4% del PIB o el 16% del Presupuesto Nacional, el que fuese más alto.
Y en un claro cuestionamiento a las administraciones de los gobiernos del PLD, sostuvo que el nivel de compromiso de un gobierno con la educación, y su voluntad política para impulsar un sistema de calidad, es medible por la cuantía de la inversión. Resulta un despropósito, dijo, que en este año el Presupuesto de Educación sea proporcionalmente inferior al de 1995.
Sobre las consecuencias de un cambio del calendario señalaron que "pretender que el simple cambio modificaría debilidades tan agudas como la brecha de oportunidades de educación temprana, la falta de pertinencia en la educación media (bachilleratos en todo y en nada), la formación desvinculada de las necesidades de recursos humanos de la nación o la distancia entre el currículo prescrito y el aplicado, constituye un reduccionismo".
Puntualizan que un eventual cambio del calendario tampoco superaría las inapropiadas políticas de incorporación de tecnologías de la información y la comunicación a la educación, la falta de atención integral a los niños y adolescentes, la infravaloración de la carrera docente, la centralización del sistema educativo ni el bajo nivel de eficiencia interna, expresado en las reducidas tasas de permanencia, promoción y éxito escolar.En su declaración incluyeron la existencia de otros problemas que no dependen del tiempo escolar, como el déficit de la planta física escolar y la falta de mantenimiento de la existente; así como el bajo control de calidad del sistema, expresado en la falta de supervisión, evaluación, seguimiento e investigación.
El cambio que se propone incluiría todo el verano, cuando la mayoría de los trabajadores están de vacaciones que, por supuesto, quieren compartir con sus hijos, lo que pudiera afectar el calendario significativament
e al crear tensiones entre el hogar y la escuela, generando ausentismo.
e al crear tensiones entre el hogar y la escuela, generando ausentismo.En países con veranos calurosos, y sobre todo en aquellos como la República Dominicana, donde las infraestructuras educativas insuficientes e inadecuadas, con presencia de hacinamiento, poca ventilación, escasez de agua, etc., ofrecer clases durante el verano no se considera lo más aconsejable, tanto por la imposibilidad de lograr la concentración y la atención adecuada, como por los riesgos del aumento de la violencia.
En la rueda de prensa estuvieron, además de Fulcar, los doctores en Educación Rafael Bello, Juan Bautista Pérez, Marisela Cambero, Julia Margarita Hubiera, Paulino Ogando, Julio César de los Santos, Carlos Sánchez, y los maestros José Francisco Disla, Ligia Pérez Peña, Eligio Serrano, Roberto Antonio Marte, Espencer Fragoso y Eddy Samuel Álvarez, Edita Frías, entre otros.
