"Dios me libre de ser imparcial frente a tantas cosas serias
que reclaman militancias!". Fulcar (2006)
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Para que Conste…!
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Escrito el martes 24 de febrero de 2009, víspera de las elecciones de la ADP
06:34 p.m.
Mañana serán las elecciones en la Asociación Dominicana de Profesores -ADP-, gremio que a pesar de la corporización y embotamiento que le afecta, constituye la más grande e influyente organización gremial del país.
El Partido Revolucionario Dominicano estaba llamado a ganar esas elecciones, pero no quiso hacerlo, y las perderemos desgraciadamente. Me duele decirlo más que a nadie por lo mucho que he trabajado para esa victoria del partido, por todo cuanto he tenido que admitir y soportar en procura de lograrla, y por lo que aún haré todavía para que la derrota no sea tan apabullante y para salvar lo mejor del liderazgo magisterial local.
No quiso la Presidencia que, a pesar de cuantiosas solicitudes de intervención y denuncias responsables, no movió ni una paja para cohesionar las fuerzas del partido en el sector, apareciéndose hoy 24 (día víspera de las elecciones) diciendo que “el partido condiciona su apoyo a que haya unidad”. Nada más risible!.
No quiso la Secretaría General que, después de muchas solicitudes, inició un proceso de concertación interna que luego dejó en el aire sin explicaciones.
No quisieron algunos altos dirigentes del Partido que, a conciencia de que malograban una oportunidad para el PRD, auspiciaron desde las sombras la imposición del negocio por encima de la política.
No lo quiso una parte de los dirigentes magisteriales que a cambio de una migaja han propiciado la derrota de su partido.
Justo es reconocer los esfuerzos de varios dirigentes del partido por unificar y fortificar la participación de los perredeístas en ese proceso, pero la determinación no fue suficiente para hacer que los propósitos colectivos se sobrepusieran a un interés personal penoso e indigno, bajo la mas afrentosa desnudez ética y moral, tras cuyas sobras sucumbieron penosamente otros.
Lo siento por los miles de maestros y maestras perredeístas que, en todo el país, acariciaron la esperanza de un cambio en la dirección del gremio que les garantizase representación y amparo, pues tendrán que esperar por tres años mas.
Lo siento por los dirigentes magisteriales regionales, provinciales y municipales del PRD que seguirán estando, cual carne de sándwich, entre las demandas de sus bases y el sueño profundo de su dirección.
Lo siento por la mayoría de los dirigentes magisteriales nacionales del PRD que, siendo mayoría y teniendo razón, han visto impotentes cómo se impone la minoría y la sinrazón sin que nadie haga nada.
Lo siento por mi partido, necesitado de pequeños triunfos en cadena que construyan la victoria final.
Y como se ha de aprender de cada experiencia, en lo de la ADP se identifica la repetición de la sucia y traidora estrategia de “ganar perdiendo”, una maniobra que se tejió contra el partido hace ya algún tiempo, como lo advertimos con suficiente tiempo, sin que se hiciera realmente nada.
Se lo digo hoy, para que conste!
Martes 24 de febrero de 2009
06:34 p.m.
El Partido Revolucionario Dominicano estaba llamado a ganar esas elecciones, pero no quiso hacerlo, y las perderemos desgraciadamente. Me duele decirlo más que a nadie por lo mucho que he trabajado para esa victoria del partido, por todo cuanto he tenido que admitir y soportar en procura de lograrla, y por lo que aún haré todavía para que la derrota no sea tan apabullante y para salvar lo mejor del liderazgo magisterial local.
No quiso la Presidencia que, a pesar de cuantiosas solicitudes de intervención y denuncias responsables, no movió ni una paja para cohesionar las fuerzas del partido en el sector, apareciéndose hoy 24 (día víspera de las elecciones) diciendo que “el partido condiciona su apoyo a que haya unidad”. Nada más risible!.
No quiso la Secretaría General que, después de muchas solicitudes, inició un proceso de concertación interna que luego dejó en el aire sin explicaciones.
No quisieron algunos altos dirigentes del Partido que, a conciencia de que malograban una oportunidad para el PRD, auspiciaron desde las sombras la imposición del negocio por encima de la política.
No lo quiso una parte de los dirigentes magisteriales que a cambio de una migaja han propiciado la derrota de su partido.
Justo es reconocer los esfuerzos de varios dirigentes del partido por unificar y fortificar la participación de los perredeístas en ese proceso, pero la determinación no fue suficiente para hacer que los propósitos colectivos se sobrepusieran a un interés personal penoso e indigno, bajo la mas afrentosa desnudez ética y moral, tras cuyas sobras sucumbieron penosamente otros.
Lo siento por los miles de maestros y maestras perredeístas que, en todo el país, acariciaron la esperanza de un cambio en la dirección del gremio que les garantizase representación y amparo, pues tendrán que esperar por tres años mas.
Lo siento por los dirigentes magisteriales regionales, provinciales y municipales del PRD que seguirán estando, cual carne de sándwich, entre las demandas de sus bases y el sueño profundo de su dirección.
Lo siento por la mayoría de los dirigentes magisteriales nacionales del PRD que, siendo mayoría y teniendo razón, han visto impotentes cómo se impone la minoría y la sinrazón sin que nadie haga nada.
Lo siento por mi partido, necesitado de pequeños triunfos en cadena que construyan la victoria final.
Y como se ha de aprender de cada experiencia, en lo de la ADP se identifica la repetición de la sucia y traidora estrategia de “ganar perdiendo”, una maniobra que se tejió contra el partido hace ya algún tiempo, como lo advertimos con suficiente tiempo, sin que se hiciera realmente nada.
Se lo digo hoy, para que conste!
Martes 24 de febrero de 2009
06:34 p.m.
